jueves, 18 de junio de 2015

Bukowski.

Hoy quería hablaros sobre un demonio mágico que rociaba el mundo con poesía dura que ametralla corazones. Ojalá lloréis hasta inspiraros.



Si consideramos lo que puede verse:
Motores que nos vuelven locos
Amantes que acaban odiándose
Ese pescado que en el mercado
Mira fijamente hacia atrás adentrándose
En nuestras mentes
Flores podridas, moscas atrapadas en telarañas
Motines, rugidos de leones enjaulados
Payasos enamorados de billetes
Naciones que trasladan a la gente como peones de ajedrez
Ladrones a la luz del día con maravillosas
Esposas y vinos por la noche
Las cárceles atestadas
El tópico de los parados
Hierba moribunda, fuegos insignificantes
Hombres suficientemente viejos como para amar la tumba.

Estas y otras cosas
Demuestran que la vida gira en torno a un eje podrido.
Pero nos han dejado un poco de música
Y un póster clavado en el rincón
Un vaso de whisky, una corbata azul
Un delgado volumen de poemas de Rimbaud,
Un caballo que corre como si el diablo le estuviera
Retorciendo la cola
Sobre la hierba azul y el griterío
Y después, de nuevo, el amor
Como un coche que dobla la esquina
Puntual
La ciudad a la espera
El vino y las flores
El agua corriendo a través del lago,
Y verano e invierno y verano y verano
Y de nuevo invierno.
 
                                                    El pájaro azul.
Hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.
Hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los meseros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que está ahí dentro.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme problemas?
¿es que quieres joder
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?
hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, solo lo dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.
luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?
 

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